¿Y si el poder que buscas está en tu interior? Este fue el día que lo descubrí.
- Liss

- 28 may
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Actualizado: 29 may
Sí, sí: ¡PODER! Tal vez todos lo deseamos en el fondo, pero yo lo acepté y me di cuenta conscientemente de ese deseo aquel día… Mi marido y yo estábamos de viaje. Teníamos una escala en Bogotá, y como el vuelo había llegado muy tarde, decidimos pasar la noche allí para descansar antes de continuar.
Después de salir del aeropuerto, fuimos directamente al hotel. Sin perder tiempo, llegamos directo al restaurante a cenar porque el hambre, después de diez horas de vuelo, ya nos estaba reclamando con fuerza. Maletas en mano, ojos cansados, cuerpos algo entumecidos... por fin nos sentamos en la mesa.
El encuentro inesperado en Bogotá
Había mucha gente. Mucho movimiento. También notamos una presencia inusual de policías. Nos miramos con curiosidad y le preguntamos al camarero que nos atendía —un señor muy amable— qué estaba pasando.
Con una mezcla de naturalidad y entusiasmo, nos dijo que en ese hotel se estaban llevando a cabo las reuniones de paz entre el gobierno de Colombia y las disidencias de las FARC. Nos pareció increíble. Ahí estábamos, simplemente tratando de cenar y descansar, ¡en medio de uno de los procesos políticos más significativos del país!
Mientras esperábamos la comida, el movimiento a nuestro alrededor comenzó a intensificarse. Compañeros, la energía cambió. Gente corriendo de un lado a otro. Más policías, periodistas y, de pronto, hombres vestidos de negro con armas enormes.
Mi marido intentó restarle importancia: —"Seguro es un simulacro…" Pero no. No era un simulacro.
Era real!!!
Lo que estaba ocurriendo realmente es que uno de los excombatientes estaba siendo arrestado en ese momento por las fuerzas de seguridad.
Imagínense la escena. El hambre se me esfumó —¡jajaja!— en un segundo. En un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos en medio de un tumulto de gente. Algunos, como nosotros, solo estaban ahí por una cena y una cama; otros, como el hombre que estaban deteniendo, representaban toda una historia de "poder" y conflicto. Una locura de momento.
El despertar del deseo de poder
Pasado el alboroto, finalmente pudimos cenar. Y al subir a la habitación, algo dentro de mí no podía dejar de dar vueltas.
Me senté en la cama, y le dije a mi marido: —"Me parece muy fuerte… que algunas personas tengan tanto poder haciendo lo que consideramos ‘el mal’…”
Me di cuenta por supuesto de mis juicios, pero en ese momento me di cuenta de algo más profundo. me descubrí deseando poder.
¡Sí! Yo también anhelaba poder. Y jamás lo había sentido tan claro. Ni aceptado. Ni mucho menos expresado. Ese hombre me estaba reflejando algo. Algo que yo tenía guardado, escondido, reprimido. Yo también quiero poder.
Esa noche me acosté con una sensación nueva en el cuerpo. Una energía distinta. Como si algo se hubiese encendido. No quería ocultarlo más. Quería darle espacio a ese deseo. Quería abrazarlo.
Señales de tu búsqueda de poder
Desde ese día —hasta este mismo instante en que te lo cuento— empecé a ver con claridad todas las formas en que había buscado poder sin saberlo. Tal vez tú también te reconozcas en alguna:
He querido ser especial.
He buscado poder en el reconocimiento, en el dinero, en los bienes materiales.
He intentado controlar la realidad, creyendo que todo dependía exclusivamente de mí.
He actuado como si caminara sola por este mundo, olvidando que hay una Fuerza más grande que me sostiene.
¿Te reconoces en alguna de estas formas de buscar poder?
Poder del ego vs. poder divino
Y entonces llegó una comprensión profunda. Un momento de gracia. Un darme cuenta. Sentí a Dios en mí. Plenamente. Sentí el verdadero Poder!
¿Cómo se siente a Dios? no sé cómo describirlo en palabras pero, es una sensación de AMOR profunda, como si pudieras verlo y sentirlo en todo…
En el compañero ex combatiente de la guerrilla,
En el perrito de la esquina, en el sol, en la lluvia, en las personas que acompaño en psicoterapia, en cada encuentro, en cada canción, en el señor que maneja el taxi de vuelta al aeropuerto, en la señorita que estaba en la recepción de aquel hotel.. en todo… Y esto es lo más poderoso que he sentido!!!
Es el poder que anhelo!!!
Sí, yo también anhelo poder. Pero no cualquier poder. Anhelo el poder que se siente al recordar quién soy realmente. Quien habita en mi corazón. El poder de saber que Dios está en mí, que nunca me deja de amar. El poder que nace de simplemente existir, respirar, ser.
Toda la vida —y tal vez tú también— he tratado de sustituir ese poder real, eterno, divino, por el falso poder que promete el mundo: ser alguien, tener algo, destacar, controlar, acumular, tener poder sobre otros…
Pfff,
Cuanta locura querer sustituir lo real por pequeñeces.
Aceptar el poder de Dios en ti no significa adquirir poder en el sentido del ego (control, fuerza, superioridad), sino reconocer tu verdadera identidad como Hijo de Dios, una extensión de Su Amor perfecto.
¿Y si empezamos a nutrir ese poder que ya está en el corazón?
¿Cómo sería vivirnos desde el recuerdo de que somos una extensión de su Amor perfecto?
Hoy te comparto esto con mucha fuerza y expansión en mi corazón, va más allá de las palabras, a este recuerdo estamos llamados todos y si tú estás leyendo es porque justo en este momento necesitas recordarlo, llevarlo al corazón.
¿Cómo nutrir tu poder interior?
Elige mirar hacia dentro y recordar que el verdadero poder no se impone, no se compra ni se pelea. Aceptar el poder de Dios en ti es aceptar que eres tal como Dios te creó: inocente, completo, amado, amoroso, y eterno. No se trata de hacer, sino de permitir que lo que eres ya —Luz y Amor— sea recordado.
Este poder del que te hablo conlleva a la paz, a la calma, a la serenidad, a la facilidad y al fluir sintiéndote uno con la vida. El poder del mundo empequeñece porque en realidad, hay mucho miedo en él, el poder de recordar quien eres te expande y esa es la gran diferencia.
Gracias al compañero, excombatiente de las FARC por recordarme que somos uno, que yo también anhelo poder, un poder que no es de este mundo!
Ahora, mi compromiso es habitar ese poder, respirarlo, darle voz y permitir que se exprese plenamente a través de mí. Porque ese poder ya está en mí: es la fuente de todo.
Y tú, ¿estás dispuesto a recordar tu poder? A sentirlo, habitarlo y darle vida con cada acto, cada palabra, cada respiración. Es tiempo de despertar, compañeros.
El poder está en ti.
Espero que este escrito expanda tu mente y corazón,
Te abrazo fuerte!
Con Amor, Liss.❤️
Por aquí te comparto nuestro último episodio de ExpansivaMente, es una invitación a ir adentro y a recordar que lo que eres ya está completo.







Que interesante. Cero coincidencia, justo hoy tenía que apostillar en el consulado un documento y mientras esperaba un rato largo y sin poder usar el móvil para (escapar) tenía pancartas y pendones de personajes políticos de Venezuela literal observandote (supongo que de forma deliberada para que se sienta así y al igual que Lis, pensé en el poder que unos pocos ejercen repercute en millones... Pero luego de leerte veo que claro, emito un juicio y que realmente el origen es uno. El amor, pero ese amor se pone a prueba realmente integrando en mi caso, esto que les comento. 🙏🏾 Nadie dijo que es un proceso sencillo, pero si nos hacemos conscientes de ello ya hay bastante ganado 👍🏾…